Grunewald: Para contrarrestar el ajetreo del centro de la capital alemana, es perfecto pasear por el bosque de Grunewald, al oeste de la ciudad, que con sus árboles centenarios la playa de perros y la ribera del Havel es una de las excursiones favoritas de los berlineses. Por supuesto, no falta una cervecería al aire libre.Visitaremos el palacio de Caza renacentistas Grunewald, el palacio más antiguo de Berlín, que mandó construir en 1542 el príncipe elector Joaquín II , en un lugar tranquilo, romántico, situado junto a la orilla sur del lago de Grunewald. Este palacio alberga un museo de pinturas, con obras de Lucas Cranach el Viejo y el Joven.
Duración: 4 horas.